L’ile de Ré y Saint Martin

Siempre quise visitar este rinconcito francés tan lindo…

Y cuando por fin lo conseguí,el tiempo no fue ideal; pero no me decepcionó para nada. La tormenta, a pesar de mojarme, me permitió ver la autenticidad de la isla en medio de la lluvia intensa y sacarme la sonrisa con algunos arco iris. Nunca olvidaré esos barcos atados al puerto que se iluminaban y oscurecían con el vaivén de la luz que se escondía y regresaba en medio de las nubes apelotonadas.

«Saint Martin de Re»es la ciudad más importante, con un estilo vintage campestre, pesquero y muy bien cuidado. Las callecitas de casas en colores pasteles, alegres banderitas colgadas entre las ventanas y sus “anes en culottes” (burritos que se pasean y a los que ponen una especie de “pañales”), os esperan para acogeros y daros la bienvenida.

Lo mejor que se puede hacer en la isla es visitarla en bicicleta, sobre todo si el tiempo lo permite.Los caminos y carriles bici están bien trazados y son planos, lo que hace que sea fácil y seguro circular por ellos (lo hacen incluso niños). La sensación de libertad, el mar y los viñedos, los olores a humedad de la naturaleza, de la brisa y el de las chimeneas de leña de los pueblecitos por los que pasamos…mmm, qué recuerdos!

Existen varios circuitos pero os voy a contar nuestra aventura ya que esta vez pude visitarla con mi amiga Alison. Fuimos hasta «La Couarde-sur-Mer «pasando por la comuna de «Le Bois Plage en Re». En principio queriamos llegar hasta «Loix», pero nos pilló una tormenta así que tuvimos que regresar hasta» Couarde» y hacer tiempo mientras las nubes pasaban. Nos refugiamos en “La Cabine de Bain”, donde nos tomamos un café para calentarnos.Cuando el sol salió regresamos al carril bici, pero viendo aún la tormenta negra a lo lejos decidimos regresar para no pegarnos otra ducha.

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Más al Norte se encuentra el pueblo de Ars-en-Ré. Es más pequeño, pero menos turístico que Saint Martin y más tranquilo.

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Tiene un mercado en el puerto con buenos productos locales.

Historia de Saint Martin de Ré

“La Citadelle” es el centro de la ciudad y está clasificada como Patrimonio de la Unesco. La arquitectura que predomina es del siglo X y la ciudad tiene influencia inglesa al haber sido víctima de los ataques de las flotas de Inglaterra.El siglo XVIII fue de prosperidad, y de gran intercambio con las colonias americanas.

Me imagino viajando al pasado, en esta pequeña ciudadela con su puerto, su prisión, el campanario…construídos en su momento por grandes arquitectos e ingenieros de Louis XIV. Hay tantas callecitas:una entre ellas se llama «Passage de Alan Cope» y lleva el nombre de este americano veterano de la Segunda Guerra Mundial del que han escrito incluso un libro.

La Iglesia Católica de Saint Martin es pequeña, pero de vivos colores y una terraza a la que se puede subir y ver la ciudad.

Gastronomia de l’ile de Ré

1. A mi me encantó «Le bistrot du Marin» en Saint Martin de Re: sirven comida francesa y variedad local (pescado,ostras…) en un ambiente familiar y con una decoración que imita el interior de un barco.  
2. También está genial el «Café Boutique Moea»:excelentes desayunos en un rinconcito cálido y «cosy» en pleno centro del pueblo.

3.L’Océan Hotel & Restaurant en Le Bois-Plage-en-Re» es estupendo para cenar.Buena cocina y buen ambiente. El servicio y la decoración también son geniales

4.El «Beach Bar Ile de Re en Le Bois-Plage-en-Re» es un restaurante situado en la plage des Goilandieres. Ofrece buena calidad aunque el precio es un poco carillo (es por su localización al lado del mar).Merece la pena llegar en bici y darse un paseo por la playa antes o después del almuerzo.

5. En esta zona no puede uno irse sin probar las ostras y el vino “pineau” o el cognac. No olvidar de comprar la “fleur du sel”, sal cristalizada de forma tradicional y artesanal al Norte de la Isla. Típica de la zona es la “salicornia” o conocida en Francia como el “pepinillo de mar”.Está también la patata “primeur” con denominación de origen. Es curioso porque el cultivo de la patata hoy constituye  la mayor fuente económica agrícola de la isla y sólo figura en el siglo XX. Al parecer una epidemia en el sector vinícola hizo que se tuviesen que cultivar otras especies para sobrevivir frente a la crisis y de ahí hasta hoy día. 

Otras direcciones

1. El Hotel “La Maison Douce”me enamoró, se ha convertido en uno de mis hoteles preferidos en Francia. Es una casa grande y antigua cuya decoración va totalmente en sintonía con el estilo vintage y los colores pasteles del pueblo. Ofrece además un hermoso jardín en el que se puede disfrutar también mientras se desayuna en él o al interior de la terraza o invernadero de cristal. Se puede comer o tomar un café en el salón de entrada, luminoso y cálido, con un estilo retro que a mi me enloqueció! Los propietarios y trabajadores son encantadores . Para mi fue el lugar perfecto para quedarse en Saint Martin y estoy deseando de regresar!

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2.La oficina de Turismo. Allí ofrecen informaciones sobre las rutas por la isla y el alquiler de bicicletas, como también una tienda de recuerdos con cositas chulis. Pasearse por las tiendas del centro, hay miles que venden ropa y productos locales o artesanales, como los jabones de leche de asno o las galletas de la Charente.

3. Las galerias de arte o tiendas de restauración de muebles que se encuentran en el «Quai Georges Clemenceau «o la «Galerie Glineur».

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4.Para ver el atardecer hay que ir a la parte Noroeste de la isla. Recomiendo llegar hasta el “Phare des Baleines” por la tarde y contemplar el horizonte desde lo alto. O bien desde el paseo marítimo que hay en la “Plage Campiotel”.